· La formación de maestros ya no es asumida como competencia y responsabilidad exclusiva del Estado mexicano, como lo establece el Artículo 3º Constitucional. Hoy en día se está ante un planteamiento diferente en torno a la formación de profesores; se trata de formar a un docente concreto con características distintas.
· En el pasado reciente, la formación de maestros para la educación primaria en México ha sido una tarea repartida entre el sector público y la iniciativa privada.
· Nuestra Asociación precisaba que hacia 1980, había un total de 357 planteles formadores de maestros para la educación primaria, de los cuales 187 (52%) pertenecían a los particulares. Este hecho puede encontrar una doble vía de explicación: por una parte para los particulares la educación normal es una actividad lucrativa que debe operar; y por otra, la amplia incursión del sector privado en el ámbito de la educación normal ha obedecido a razones sociohistóricas, políticas e ideológicas de importancia indudable.
· Cifras más recientes nos dicen que en el año lectivo establecido por la ENM tenemos una población escolar total de 1489 alumnos; de éstos 1036 están por egresar y constituyen la última generación que estudia con el susodicho Plan 1975 Reestructurado.
· Las necesidades reales de profesores de educación primaria para los años 1988-1990 no podrán ser cubiertas con los egresados de las escuelas normales durante ese periodo.
· El Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación y Deportes 1984-1988 reconoce que los contenidos, metodologías, recursos didácticos, materiales y calendarios escolares no responden a las características del medio rural.
· Se prevé que el destino de las llamadas escuelas normales experimentales, su tendencia es la desaparición.
· La Escuela Nacional de Maestros no tiene una imagen precisa de su futuro en el mediano plazo; carecemos de al menos un estudio con carácter prospectivo que indague cuál es el derrotero que debiera seguir la institución en los próximos años; otro sería la poca importancia que hasta ahora se le ha concedido al hecho histórico de que nuestra Escuela cumple 100 años, no permite que seamos plenamente optimistas.
· El enfoque que ha planteado el gobierno de la República para el quehacer educativo lo ha llevado a establecer como criterio básico: el de la optimización de los recursos.
· La teoría educativa cuando está orientada hacia la descalificación de la práctica docente, cuando aspira a formar a este hombre nuevo, tiene fe en que el milagro se realice; busca producir por su voluntad el hombre que le gustaría que existiera, esa es precisamente la esencia de un mito.
· La sólida formación magisterial se traduce en la sólida formación del educando. Así, se descontextualiza a la educación de su realidad económica, política, cultural y social, para descargar la responsabilidad de la problemática total en los maestros y en su preparación.
· Un educador nuevo puede formar a un hombre nuevo y mejor. Y este educador nuevo debe surgir de las escuelas normales.
· El quehacer académico de nuestra escuela se centra en un plan de estudios y sus programas correspondientes, elaborados en instancias distintas.
· La pretensión es la de generar una práctica docente distinta, la de propiciar un proceso didáctico basado en la construcción del conocimiento y no en su mera transmisión.
· Los modelos de docencia no sólo se adquieren en la escuela normal. Cuando la escuela normal tenga un objetivo específico y ciertas funciones concretas, nos negamos a aceptar, cuando se la lleva a planos reduccionistas, la tesis de que maestros formamos maestros.
· La escuela normal debe ser también oportunidad para la ruptura con la práctica docente alienada y para la construcción de una teoría cualitativamente distinta.
· EL maestro se educa no solo durante el tiempo que está en la escuela normal, sino antes, durante y después de ella, lo mismo en otras instituciones que en ámbitos sociales distintos.
· Al futuro maestro no sólo lo educa la actividad del aula y la relación directa con sus maestros; la convicción de que la escuela normal debiera ser con su organización y con sus funcionamientos un ejemplo del cual pudiese el normalista desprender formas de comportamiento útiles para una actividad transformadora.
· Hoy la Escuela Nacional de Maestros tiene un proyecto para el corto plazo. Impulsar ese proyecto está en el interés académico de la comunidad colectiva por generar un Normal acorde con los requerimientos del presente.
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